Es común “premiarse” por un día agotador o una situación estresante con comida chatarra (o comida basura), claro, porque su sabor es adictivo, es barata y toma poco tiempo su preparación.
Sin embargo, y como es bien sabido, este tipo de alimentos son muy poco saludables.
¿Por qué? Principalmente, porque contiene calorías “vacías”, es decir, aquellas cuyo real aporte nutritivo al organismo es prácticamente nulo y, por lo tanto, no alimenta realmente.
Además de las conocidas enfermedades que provoca la comida chatarra, como la obesidad y la diabetes, está también la hipertensión, problemas respiratorios, trastornos digestivos, depresión e incluso cáncer.
Los compuestos más perjudiciales de la comida chatarra para tu salud
La comida rápida pertenece al grupo de alimentos procesados, es decir, aquellos que no se encuentran en su estado natural, sino que han pasado por distintos procedimientos para llegar hasta tu plato.
Dentro de este grupo se encuentran las hamburguesas, las salchichas, la mayonesa envasada, las galletas, los chips de papas, y tantos otros.
Al pasar por estos procesos, necesitan ciertos aditivos para su sabor, aspecto y también su conservación.
En esto radica su principal problema, ya los convierte en alimentos no saludables, además del evidente exceso de grasas saturadas y azúcares.
1. Potenciadores de sabor
Seguro has escuchado hablar del glutamato monosódico. Es un aditivo que también puedes encontrar en el listado de ingredientes (etiqueta de productos) como E-621 o ácido glutámico.
Aunque su función es potenciar el sabor de los alimentos, también puede que tenga efectos colaterales.
Algunos estudios señalan que el ingrediente podría ser el responsable del aumento de la obesidad porque contribuye al incremento del tejido graso, y disminuye la saciedad, “obligándote” a comer más para sentirte satisfecho.
2. Exceso de sodio
La comida rápida contiene altos niveles de sodio. Cuando consumes demasiado, el organismo retiene líquidos, aumentando la presión arterial.
Si la presión se mantiene elevada de forma sostenida puede provocar hipertensión y aumentar el riesgo cardiovascular.
Sin duda, una de las enfermedades que provoca la comida chatarra que sí o sí debes evitar.
3. Colorantes artificiales
Pese a que no poseen ningún valor nutricional, los colorantes artificiales funcionan para que la comida luzca mejor, y sea más atractiva visualmente.
Pero algunos, como la tartrazina, pueden ser perjudiciales, causando cambios en los estados de ánimo, trastornos del sueño, hiperactividad, alergia, tos espasmódica, entre otras afecciones.
Es común en alimentos como bebidas hidratantes, dulces (caramelos), gelatinas, snacks, etc.
4. Edulcorantes
Se trata del aspartamo, el acesulfamo, la sacarina y la sucralosa, muy populares en las bebidas gaseosas “de dieta”, que reemplazan el azúcar en su sabor.
Hasta ahí suena bien, sin embargo, estos endulzantes artificiales tienen el efecto de estimular el apetito, además, en el caso del aspartamo, se le asocia (aunque sin estudios concluyentes) con la aparición de diversas enfermedades, incluido el cáncer.
5. Conservantes
Como su nombre lo dice, son los que permiten que la comida dure más tiempo.
Su consumo habitual, sin embargo, puede ser desencadenante de afecciones como el asma, además de impactar en el sistema endocrino, entre otros.
Es importante para tu sistema inmune alimentarte de la forma más saludable posible.
Por ello, debes preferir cocinar en casa con ingredientes frescos y naturales, que realmente nutran tu cuerpo, y, si es necesario, buscar ayuda con un nutricionista para que te entregue las herramientas necesarias para comer de manera equilibrada.
¿Te animas a cambiar tus hábitos y dejar los alimentos no saludables?