Prevención y Cuidado

5 malos hábitos de la vida en la ciudad que deberías evitar

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Dependiendo de las obligaciones personales que tiene cada uno, el ritmo de tu vida cotidiana puede resultar agotadora. Y, con el paso del tiempo, es común en las ciudades modernas que se comiencen a desarrollar hábitos perjudiciales para el organismo. 

5 malos hábitos personales

¿Te gustaría saber cuáles son las costumbres que debes evitar? Toma nota porque, en gran parte, el conocimiento que tengas acerca de las repercusiones de tus actividades puede marcar la diferencia entre tener una vida saludable o no.

1. Llevar una vida sedentaria

Realizar poca o ninguna actividad física, es uno de los hábitos más perjudiciales y comunes en la gente. De hecho, según una encuesta realizada en 2017, el 86,7% de la población chilena es sedentaria

¿Qué riesgos están involucrados? Muchos y tienen que ver con la aparición de problemas serios, como la pérdida de masa muscular y resistencia, debilitamiento de los huesos, deficiencia en el sistema inmunitario, desequilibrios hormonales, inflamación, ralentización del metabolismo, entre otros.

¡Así que párate, camina o ponte a correr! Existen muchas actividades entretenidas para comenzar a mover tu cuerpo en la ciudad y así reducir la aparición de enfermedades.

2. No dormir lo suficiente

De acuerdo con el doctor Carles Gaig, de la Sociedad Española de Neurología (SEN) “dormir es fundamental para nuestra salud física y mental y este sueño debe ser de calidad y con una duración adecuada”. El sueño es un proceso esencial para la reposición de energías, el aprendizaje y la formación de recuerdos, el crecimiento y el fortalecimiento del sistema inmune. 

¿Te ha tocado dormir poco? Probablemente sientas al día siguiente cansancio e irritabilidad. Si esto se incluye entre los malos hábitos personales -no dormir entre 7 y 8 horas diarias- puedes sufrir cuadros de depresión, ansiedad, además de problemas al corazón, presión alta, accidentes cerebrovasculares, etc. 

3. Uso excesivo de la tecnología

Está bien, la tecnología entrega innumerables soluciones. No obstante, el uso desproporcionado de las herramientas tecnológicas -como el smartphone, la televisión o el computador- resulta nocivo para la salud. 

Según el dispositivo, su “adicción” puede ocasionarte estrés visual, problemas de audición, dificultades para conciliar el sueño, sedentarismo, problemas en las articulaciones e, incluso, alteraciones en tu estado de ánimo. 

4. Comer comida chatarra

Por lo general, en la mayoría de las ciudades abundan franquicias de comida rápida o chatarra. Por eso, es conveniente evitar los malos hábitos personales relacionados con la alimentación y tratar de llevar un estilo de vida saludable, dejando de lado las grasas saturadas y el exceso de calorías. Así, mantendrás alejada la obesidad y el aumento de peso (y los problemas derivados a ello). 

5. Beber en exceso y fumar

De acuerdo con la OMS, el cigarro mata a 8 millones de personas al año como mínimo. Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol provoca daños severos y que también pueden ser, en el largo plazo, mortales. De ahí que, si quieres evitar enfermedades por malos hábitos, no fumar y reducir la ingesta de alcohol deben ser parte de tus prioridades.

¿Cómo dejar los malos hábitos?

Si caes con frecuencia en algunas de las prácticas anteriores, tranquilidad, hay mucho que puedes hacer para transformar tu vida en saludable. Lo primero es tener conciencia de las cosas que debes dejar. A partir de ahí puedes realizar un autoexamen acerca de qué es lo que debes hacer. 

Principalmente, pon atención a las siguientes recomendaciones:

  • Disfruta del aire libre.
  • Realiza una actividad física. 
  • Comparte con los amigos.
  • No te sobre exijas en el trabajo. 
  • Utiliza los dispositivos tecnológicos de forma equilibrada.
  • Consulta a un nutricionista por un plan de alimentación adecuado.

Como ves, con pocas acciones puedes evitar las enfermedades por malos hábitos. Al buscar la respuesta a cómo dejar los malos hábitos no es necesario comportarse como un monje, sino que buscar el equilibrio en todo lo que haces.