Comenzó el otoño y se empieza a notar. Los cambios de temperatura, el frío y principalmente la humedad que hace viable la transmisión de los virus, comienzan a generar un ambiente que propicia enfermedades. Sin duda, la influenza es una de las que puede resultar en más complicaciones, pues, a diferencia de la bronquitis y resfrío común, los síntomas de influenza son agudos y muy molestos.
Además, si no se trata adecuadamente, puede agravarse y requerir hospitalización. Por ello, debes estar atento a tu cuerpo, para cuidar de ti y de quienes te rodean. En tiempos otoñales y de frío, te contamos cómo prevenir la influenza.
¿Qué es la influenza?
Es una infección que afecta al sistema respiratorio, causada por un virus. También es conocida como gripe, aunque los síntomas de influenza son mucho más intensos. De hecho, en casos de gravedad puede causar la muerte.
Esta gripe tiene varios tipos, subtipos y cepas, lo que puede ser algo confuso, ya que cada variación tiene su propia gravedad. Los tipos de gripe influenza se clasifican en A, B, C y D, según la mutación del virus que la provoque.
Sin embargo, la influenza a la que nos referimos aquí es la estacional, causada comúnmente por la gripe tipo A.
Quienes están en mayor riesgo de contagio son los adultos mayores (desde los 65 años), niños (desde los 6 meses hasta los 11 años), enfermos crónicos y embarazadas (o mujeres en sus dos primeras semanas después del parto).
¿Cómo prevenir la influenza?
Una de las mejores formas de evitar esta gripe es vacunándose. El Ministerio de Salud comenzó en marzo la campaña de vacunación, haciendo un llamado especial a los adultos mayores.
¿Por qué razón? El bienestar de este segmento de la población se ha puesto en mayor riesgo tras la pandemia del COVID-19, donde contagiarse de influenza puede ser muy peligroso para sus vidas. La buena noticia es que la vacuna es rápida y, en caso de contagio, reduce su gravedad.
Al igual que el COVID-19, la influenza puede prevenirse tomando medidas sanitarias que seguramente conoces, como:
- Lavarse las manos con agua y jabón de forma frecuente (o desinfectarlas con alcohol gel).
- Cubrirse el rostro con el antebrazo al estornudar o toser.
- Desinfectar superficies y ventilar los espacios cerrados.
- Evitar lugares concurridos o hacinados.
- Evitar contacto con personas enfermas, ya que desde que alguien manifiesta síntomas de influenza, las primeras 24 horas son las más contagiosas para su entorno.
Aunque afecta más a grupos de riesgo, no te confíes: el transporte público y los lugares de trabajo también pueden exponerte al contagio.
¿Cuáles son los síntomas de influenza?
Son muy parecidos a los de un resfrío común, pero a diferencia de este, los síntomas son mucho más fuertes y aparecen de golpe. Pon atención si tienes:
- Dolor muscular (mialgia).
- Fiebre (más de 38°C).
- Congestión nasal.
- Dolor de garganta y de cabeza.
- Tos seca.
- Debilidad y cansancio (fatiga).
¿Cuál es el tratamiento para la influenza?
Se recomienda que guardes reposo inmediatamente, evitando el contacto con otros. Bebe mucho líquido e intenta seguir con tu dieta normal, ya que la influenza no suele afectar el estómago.
En algunos casos, un médico puede recetarte antivirales y antiinflamatorios para combatir la enfermedad con más rapidez. En casa, el tratamiento para la influenza es simple y en una semana deberías estar recuperado.
Sin embargo, si los síntomas se agravan (no baja la fiebre o existe dificultad para respirar, por ejemplo) o perteneces a un grupo de riesgo, necesitarás atención médica de urgencia.