En algún momento todas las personas han utilizado conceptos del lenguaje médico. Seguramente, alguna vez usaste la palabra fiebre, tensión o arteria y, sin duda, habrás escuchado el término examen radiológico.
Pero ¿qué es? En el siguiente artículo resolverás tus principales dudas.
¿Qué es un examen radiológico?
Primero, la radiología es la rama de la medicina que emplea tecnología imagenológica para hacer un diagnóstico o tratar enfermedades.
Para ello se vale de los exámenes radiológicos, es decir, pruebas médicas indoloras y rápidas que generan una imagen de las estructuras internas del cuerpo.
Es una forma de radiación electromagnética de gran energía que tiene la capacidad de pasar a través de los objetos, y funciona colocando al paciente entre una fuente y un detector de rayos X.
Los rayos viajan a través del cuerpo y son absorbidos en diferentes cantidades según la densidad radiológica de cada tejido, lo que provoca un contraste de diferentes tonalidades en el detector de rayos X.
Por ejemplo, los huesos al tener calcio, un elemento químico con un mayor número atómico en comparación con otros tejidos, produce un gran contraste, visualizándose blancos en una radiografía.
Esto no sucede con partes como los músculos, los cuales, al ser menos densos, los rayos x viajan con mayor facilidad provocando un contraste menor: tonos grises.
¿Cuándo se usa la radiología?
La radiología se divide en dos áreas diferentes: la diagnóstica y la intervencionista.
La primera de ellas se emplea para ayudar al médico a ver estructuras dentro del cuerpo e interpretar las imágenes para realizar diagnósticos, vigilar que un tratamiento esté respondiendo de manera positiva o detectar una enfermedad.
En cambio, la radiología intervencionista emplea imágenes como resonancias magnéticas o tomografías para guiarse en procedimientos, como introducir sondas. Este tipo de radiología también puede verse involucrada en el tratamiento de tumores o cáncer.
Principales tipos de exámenes radiológicos
Ahora que ya sabes qué es un examen radiológico, debes conocer también cuáles son los principales tipos de exámenes que un médico puede solicitar en diferentes casos:
- Radiografías: sirven para detectar fracturas en huesos, masas anormales, tumores (algunos de ellos), neumonía, objetos extraños o incluso, problemas dentales. Un ejemplo es una radiografía de tórax.
- Mamografías: son realizadas en el seno para la detección y diagnóstico del cáncer, masas irregulares, microcalcificaciones o tumores.
- Tomografía computarizada o TC: obtienen imágenes transversales o tridimensionales del cuerpo.
- Resonancia magnética: utiliza un campo magnético y ondas de radio para generar imágenes detalladas de los tejidos del organismo.
- Fluoroscopía: emplea una pantalla fluorescente para obtener imágenes en tiempo real de los latidos del corazón o el flujo de la sangre, por ejemplo.
Riesgo por radiación: ¿qué pasa con el uso/exposición excesiva?
Los exámenes radiológicos para uso médico han aumentado la habilidad para detectar lesiones y enfermedades a tiempo, y cuando se emplean de manera adecuada no solo pueden ayudar a mejorar a un paciente, sino salvarle la vida.
Sin embargo, existe el riesgo por radiación ionizante que tiene la capacidad de dañar tejido vivo y que con la exposición acumulada puede ocasionar:
- Aumento de las posibilidades de desarrollar cáncer posteriormente, sujeto a las repeticiones o altas dosis.
- Posibilidad de generar quemaduras en la piel, pero solamente cuando los niveles de exposición a la radiación son extremadamente altos.
- Posibilidad de cataratas, sujeto también a la cantidad de exposición.
¿Cuándo es estrictamente necesario?
Existen casos donde un examen radiológico -previo examen físico y revisión del historial de rayos X- resulta imprescindible.
Por ejemplo: para identificar un bloqueo intestinal o localizar un objeto tragado se requiere una radiografía abdominal; o para detectar una fractura, una radiografía simple.
Ahora bien, los beneficios de una exploración radiológica exceden los riesgos que estos puedan producir, ya que son importantes para el diagnóstico de la mayoría de las enfermedades graves.
Por ello, cuando un profesional de la salud estima que es necesario este tipo de examen es porque está considerando los riesgos, incluso cuando se trata de una mujer embarazada.
Pero eso sí, será únicamente tu médico quien puede solicitarlos, realizando un examen físico previo y revisando tu historial de exposición a los rayos X.
¡Ya lo sabes! Ahora eres todo un experto en radiología, lo que te ayudará a aumentar tu empoderamiento como paciente.