Alrededor de las vacunas hay mucha desinformación y argumentos no comprobados. Esta situación genera controversia y temor en las personas, promoviendo el rechazo hacia la vacunación. Conoce los beneficios de las vacunas
Por lo mismo es necesario que conozcas sobre las vacunas, mitos y realidades, para que tengas una información clara acerca de sus ventajas y por qué es necesario su uso frente a las enfermedades.
Vacunas: mitos y realidades
El vínculo entre vacunas y enfermedades perjudiciales -como el autismo- comenzó a través de un estudio publicado en 1998, en el que se declaraba que niños vacunados habían desarrollado comportamientos autistas e inflamación intestinal grave.
Lo que empezó como una hipótesis se empezó a instalar como un hecho en el imaginario colectivo, lo que ha provocado que muchas personas no se vacunen a causa de esta creencia falsa.
Pero ¿cuáles son los principales mitos? Conócelos a continuación:
- Las vacunas causan autismo: la creencia de que las vacunas elevan el riesgo de autismo ya ha sido desacreditada muchas veces. Los estudios científicos han comprobado que no existe ninguna relación entre el autismo y las vacunas.
- El sistema inmunológico de los niños no las soporta: investigaciones han confirmado que las vacunas no suponen riesgos para la salud de los niños. Además, el número de vacunas que un niño recibe en la mayoría de países del mundo coincide con el calendario de vacunación recomendado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), ampliamente aceptado por organismos internacionales.
- Las vacunas contienen componentes dañinos: todas las sustancias que componen las vacunas son administradas en dosis controladas que, aunque a veces no evitan los cuidados post vacuna, no hacen daño al organismo. Además, la precalificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) garantiza que las vacunas administradas al público sean seguras y eficaces.
Beneficios de las vacunas
¿Y qué hay de sus beneficios? Estas son algunas de sus ventajas:
- Vacunarte te protege de la gripe: aunque la gripe a veces no es más que una leve molestia, no todas las personas reaccionan igual. Lo que es fácil de manejar para unos puede evolucionar y convertirse en una enfermedad mayor para otros.
- La vacunación refuerza tu respuesta inmune y protege a tus seres queridos: los gérmenes viajan rápidamente y contagian a las personas cercanas en poco tiempo. Al vacunarte no solo evitas contagiarte, también mantienes patógenos peligrosos lejos de familiares y amigos.
- Las vacunas ayudan a controlar y erradicar enfermedades: las vacunas han hecho posible evitar el desarrollo de enfermedades altamente contagiosas como la influenza.
- Gracias a la vacunación, un proceso de inmunidad que podría tomar años puede acelerarse: las vacunas contienen gérmenes débiles o muertos que causan enfermedades. Es así como ayudan al sistema inmune a detectar amenazas, destruirlas y guardar un registro de cómo combatirlas. Un proceso que podría tomar años puede acortarse gracias a este método de prevención.
- Los efectos positivos de las vacunas se extienden a chicos y grandes: ¿a quiénes benefician las vacunas? Tanto a niños como a adultos. En este aspecto no hay exclusiones. De hecho, en la actualidad existen vacunas que previenen más de 20 enfermedades peligrosas en la población general, y ayudan a personas de todas las edades a vivir mejor.
- Múltiples vías de administración: en el pasado, era común que las vacunas solo pudieran ser administradas de forma inyectable. No pasa lo mismo hoy, ya que existen tipos de vacunas distintas y también métodos alternativos de administración -vacunas inyectables, orales e inhaladas intranasales, por ejemplo-. Esto facilita que los beneficios de las vacunas lleguen a todos.
Mantente informado
Como has podido ver, hay muchos mitos alrededor de las vacunas, pero no son más que eso: presunciones sin fundamento.
Es cierto que existen efectos secundarios asociados a la vacunación, sin embargo, normalmente todo se reduce a fiebre baja o dolores en el brazo que puedes tratar con cuidados post vacuna.
Dependiendo de la situación, podrías:
- Ingerir mucho líquido.
- Tomar analgésicos, previa indicación médica.
- Aplicar compresas frías si existe dolor o enrojecimiento local.
Recuerda a quiénes benefician las vacunas: a todas las personas y de cualquier edad. Incluso ayudan a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y a reducir el riesgo de que contraigan enfermedades estacionales.