En algún momento de su vida y obra, el reconocido filósofo alemán Friedrich Nietzsche, señaló que “sin música, la vida sería un error”.
Frase muy acertada, ya que, sin entrar en las polémicas en cuanto a los géneros musicales, difícilmente encontrarás en el mundo a alguien que no disfrute de ella, debido a que genera emociones placenteras y, además, tiene un impacto positivo en el bienestar físico y mental.
Cómo influye la música en las personas
De acuerdo con el musicoterapeuta Adam Sankowski, de la Escuela de Medicina de Harvard en el Hospital General de Massachusetts, la música es un medio sencillo y eficaz para controlar tanto los sentimientos como nuestro comportamiento.
Seguramente tú lo has comprobado: al poner la melodía adecuada puedes dormir mejor, hacer más ejercicio o concentrarte para escribir de manera más productiva.
Esto sucede porque la música incide directamente en las funciones neuronales.
Pero ¿cómo funciona el cerebro con la música?
Los sonidos entran a tu oído como ondas, las que crean vibraciones en tu tímpano que se convierten en señales eléctricas que viajan hasta la corteza auditiva del cerebro donde se convierte en algo que reconoces y entiendes.
Sin embargo, a “diferencia de otras funciones ubicadas en áreas específicas del cerebro”, señala Sankowski, “no hay un área específica del cerebro para la música. Es decir, todo el cerebro es específico de la música”. Lo anterior, quiere decir que puede afectar nuestro estado de ánimo y cuerpo de forma poderosa.
Además, se sabe que la música libera dopamina, transmisor químico que incide en las sensaciones de placer, en el buen humor, en la regulación del sueño, la atención y la actividad motora. De ahí que pueda influir en tus emociones y procesos cognitivos y que una canción X pueda hacerte saltar de felicidad o llorar, por ejemplo.
Su poder es tan alto que un importante estudio descubrió en 2016 que oír música puede mejorar el estado de ánimo, el bienestar y reducir el estrés en adultos mayores que sufren deterioro cognitivo.
En esta misma línea, los resultados de la investigación “Intentar ser más feliz realmente puede funcionar: dos estudios experimentales”, realizada por los investigadores Ferguson y Sheldon en 2012, pero muy vigentes aún, muestran que oír música puede tener efectos positivos en la mente humana y reducir el riesgo de padecer enfermedades psíquicas.
¿Y los efectos de la música en la salud física?
Ya tienes nociones de cómo funciona el cerebro con la música y su incidencia en los procesos cognitivos y mentales. Pero ¿cómo influye en la salud a nivel físico?
Los beneficios de la música en la salud general son amplios y diversos. El doctor Robert Finkelstein, neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de USA, afirma que la música puede ayudar a facilitar el movimiento: “los estudios muestran que cuando cierto ritmo está incrustado en la música, puede ayudar a las personas con enfermedad de Parkinson a caminar“.
Por otro lado, los beneficios de la música en la salud también incluyen mejorar la presión arterial y el flujo sanguíneo, aliviar el dolor crónico producido por enfermedades como la artrosis o la artritis reumatoide, ayuda a la respiración y a incrementar la resistencia.
Ten presente, aunque suene muy técnico, que la música afecta tu cerebro y, por ende, tu sistema nervioso autónomo, que es el encargado de controlar la presión sanguínea y las pulsaciones.
Otro de los efectos de la música en la salud, es que oírla periódicamente te protege de la pérdida auditiva cuando envejezcas. Eso sí, hazlo de forma prudente pues si colocas los audífonos a todo volumen puedes generar un efecto contrario, es decir, perder audición en el mediano plazo.
Así es cómo influye la música en las personas a grandes rasgos. Seguramente, tú habrás tenido tus propias sensaciones al oírla. En cualquier caso, ya sabes que es benéfica tanto para tu bienestar mental como físico. No dejes de oírla nunca. Puede que te ayude a vivir sano y feliz durante muchos años. ¡Disfrútala!