En muchos casos, una dosis razonable de estrés te puede ayudar a sentir motivado o tomar decisiones importantes en la vida, pero cuando los síntomas del estrés comienzan a afectar tu salud, es momento de hacer algo al respecto.
Las señales no siempre son fáciles de identificar, ya que pueden ser físicas o anímicas y todas las personas asimilan los síntomas de forma distinta. Por eso, es posible confundir el estrés con enfermedades cardíacas o intestinales, lo que a veces dificulta desarrollar las herramientas personales para manejarlo.
Síntomas del estrés en el día a día: ¿cómo reconocerlos?
Si el estrés ha comenzado a desmejorar tu calidad de vida, el primer paso para remediarlo es aprender a reconocer las señales. Ser consciente de que estás sintiéndote estresado te puede ayudar a recuperar el control de tu mente y gestionar tus emociones.
Síntomas físicos
Primero, están los efectos del estrés en tu cuerpo, que se pueden manifestar por medio de:
- Tensión muscular
- Dolor en el pecho
- Mareos por estrés
- Cambios en el deseo sexual
- Dolor de cabeza por estrés
- Fatiga
- Dermatitis por estrés
- Malestar estomacal
- Problemas para dormir
- Alergia por estrés
Consecuencias a largo plazo
- Hipertensión
- Enfermedades cardíacas
- Obesidad
- Diabetes
- Alteraciones en el ciclo menstrual
- Disfunción sexual
- Dermatitis por estrés crónica y otros problemas de piel como acné, eczema y psoriasis
¿Cuándo buscar ayuda?
- Si comienzas a sentir que no puedes respirar, sientes dolor en el pecho, sudoración y mareos por estrés, llama de inmediato a emergencias. Podrían ser los síntomas de un ataque al corazón.
Síntomas emocionales y cognitivos
El exceso de estrés repercute en tu percepción del mundo, tu estado de ánimo y facultades cognitivas. Estas son algunas señales a las que debes prestar atención:
- Preocupación constante
- Desmotivación
- Problemas para concentrarte
- Irritabilidad
- Tristeza
Consecuencias a largo plazo
- Problemas de salud mental como depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad.
¿Cuándo buscar ayuda?
- Habla de inmediato con un profesional si comienzas a tener pensamientos suicidas, a consumir drogas o a beber en exceso. Conversarlo con un familiar o amigo puede ayudar, pero es importante que también busques la orientación de un especialista, quien te ayudará a encontrar las técnicas de manejo del estrés indicadas para ti.
Cambios en el comportamiento
Producto de los síntomas físicos y mentales, como el dolor de cabeza por estrés y la preocupación, comienza a haber cambios en el comportamiento. Al principio, es posible que los atribuyas a factores como el exceso de trabajo, pero se hacen más evidentes con el tiempo:
- Falta de apetito o empezar a comer en exceso
- Ataques de ira
- Consumo frecuente de alcohol o retomar una adicción que ya se había dejado, como el cigarrillo
- Poco interés en pasar tiempo con amigos/familia
- Comportamiento sedentario
Consecuencias a largo plazo
- Aislamiento social
- Evitación de responsabilidades
¿Cuándo buscar ayuda?
- Si sientes que tu vida comienza a desorganizarse por causa del estrés, un especialista puede ayudarte a llegar a la raíz del problema y hacer cambios positivos.
La importancia de contar con el apoyo adecuado
De vez en cuando, es normal tener reacciones físicas como la alergia por estrés. Esto es porque sentirse estresado a veces hace parte de la naturaleza humana. La clave está en no permitir que controle tu vida.
Poner límites saludables a tu trabajo, relaciones y expectativas personales evitará que te expongas a situaciones estresantes sin necesidad. También es muy importante que estés abierto a buscar ayuda. No temas contarle a tu doctor cómo te sientes para que pueda remitirte a un especialista de ser necesario, los profesionales están capacitados para ayudarte a mantener una buena salud física y mental.