Dicen que la salud es lo primero y, por eso, debemos cuidarla para llevar a cabo nuestras actividades diarias en plenitud. Una de las formas de hacerlo es incorporar hábitos alimenticios positivos. Con el paso del tiempo, tu cuerpo y mente comenzarán a sentir los efectos de una nutrición más completa y balanceada.
¿Qué son los hábitos de nutrición positivos o saludable?
Si te preguntas cómo mejorar tus hábitos alimenticios, debes tener claro que cada persona tiene necesidades diferentes según su edad, peso, antecedentes médicos, estilo de vida, etc. Por eso es tan importante la ayuda de un profesional que definirá cuál es la dieta que satisface tus requerimientos nutricionales y energéticos.
En general, una alimentación saludable es aquella que contiene las cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, las cuales se reparten en las diferentes comidas del día. Lo importante es respetar los horarios de alimentación y las cantidades indicadas en cada plato.
De acuerdo con la Revista Chilena de Nutrición, el consumo de alimentos ha cambiado hacia un patrón de dieta tipo occidental. Esto se traduce en un predominio de alimentos procesados con altos aportes en azúcares refinados, sodio y grasas saturadas, así como un menor consumo de leguminosas, frutas y verduras. Las consecuencias de un mal hábito alimenticio, como en este caso, pueden ser enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión y problemas cardiovasculares.
Pese a esto, los chilenos se están preocupando cada vez más de integrar hábitos alimenticios positivos. Así lo reveló el estudio Chile Come Sano 2019, donde se muestra que el número de encuestados que intenta llevar una alimentación saludable alcanza un 65%, lo que significa un aumento de 4% respecto al 2017.
Entonces, ¿cómo distribuir mejor los alimentos que ingerimos durante el día? Aquí tienes una idea para planificar mejor tus comidas.
Desayuno: prepárate para rendir muy bien
Para muchos es la comida más importante del día, a menos que esa noche estés invitado a un matrimonio. Por la mañana, nuestro organismo tiene una demanda energética muy alta, por lo que los hidratos de carbono constituyen una opción saludable y fácilmente absorbible por el cuerpo.
Algunos ejemplos de hábitos alimenticios saludables para el desayuno son la avena integral, el pan integral, pistacho, yogur, palta, huevo, batidos con superalimentos y frutas como arándanos y frambuesas.
Almuerzo: que no falten verduras y ensaladas
Ya sea en tu casa, en el trabajo o en un restaurante, debes tener muy claro que debes planificar tu almuerzo. Lo que nunca debe faltar son las verduras y las ensaladas, así como tampoco los alimentos ricos en proteínas como legumbres, pescados o cereales integrales (arroz o pasta). Acompáñalos con vasos de agua y postre de fruta.
Once: lácteos y frutas son una buena opción
La penúltima comida de la jornada es un buen momento para mezclar lácteos con frutas o carbohidratos con proteína. Un bocadillo de verduras, queso o pavo, o un yogur con cereales y fruta son buenos ejemplos de hábitos alimenticios positivos para la once.
Cena: liviana y proteica
Acostarse con el cuerpo pesado es una de las consecuencias de un mal hábito alimenticio. Evita las molestias y prefiere una carne magra, como pollo o pavo, junto con alguna fruta rica en grasa como palta o mango. Si no comes nada animal, puedes optar por macarrones con queso vegano y verduras, o bien un bowl con kale, tofu y salsa de maní.
Ahora que ya sabes un poco mejor cómo mejorar tus hábitos alimenticios, ponte en la tarea de asesorarte con profesionales y empieza a mejorar tu calidad de vida.