Prevención y Cuidado

Cómo no extrañar la comida chatarra

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Aprende a comer saludablemente sin ninguna dieta pesada y extrema. Solo modifica la preparación e ingredientes de tu comida chatarra favorita.

¿Amas la comida chatarra pero quieres mejorar tu alimentación? No te preocupes, no debes sacrificarte para hacerlo. 

Comer saludable no es sinónimo de morir de hambre o dejar de disfrutar de tus platos favoritos. Con tiempo y dedicación, se puede comer lo de siempre, pero haciendo pequeños cambios. 

¿Comida chatarra vs. comida saludable? 

Sin duda, la comida chatarra provoca efectos perjudiciales en tu organismo. Obesidad, problemas respiratorios o cardiovasculares son algunas de las complicaciones que puedes llegar a experimentar si tu dieta se compone en un mayor porcentaje de comidas rápidas. 

La comida saludable, en cambio, te proporciona los nutrientes y minerales necesarios para tus actividades diarias. 

No obstante, puede que lleves mucho tiempo consumiendo comida chatarra y te resulte complejo dejarla. Este tipo de alimentos contiene un aditivo que potencia su sabor –glutamato monosódico-, el cual ha estado en la mira de los organismos de salud por sus polémicos efectos.

Lo de siempre, pero mejor: chatarra vs. comida sana

¿Qué hacer entonces? ¿La batalla entre la comida chatarra vs. comida saludable está perdida? Nada de eso. Puedes modificar la receta y preparación de la comida chatarra para alimentarte mejor, sin necesidad de mantener una dieta engorrosa y estricta. 

El secreto está en reemplazar elementos dañinos, como el azúcar, la grasa y las carnes rojas, con opciones orgánicas y de bajo nivel calórico, así también con productos vegetarianos. 

Es importante sacarles provecho a estas alternativas y lograr lo que quieres, ya que comida saludable vs. comida chatarra se pueden fusionar. 

A continuación, algunos tips para que prepares tus antojos en casa y mejores tu estilo de vida: 

Hamburguesas ricas y sanas

Lo que vuelve a esta comida tan alta en calorías son las salsas y el pan -pueden superar las 360 calorías-, pero con pequeños cambios se logra la diferencia. 

Por ejemplo, puedes partir con la carne, reemplazando la de vacuno por una de pavo o pechuga de pollo. También puedes considerar los mariscos y el pescado, e incluso las legumbres como lentejas y porotos negros, las cuales no superan el 4% de grasa en su composición. 

Para cocinarlas, lo ideal es que sea en el horno en vez de freírlas. Usa, como recomendación, pan integral, tomate, lechuga y una pizca de mayonesa light. 

Papas fritas crujientes y doradas

Este snack frito está entre los preferidos por los consumidores. Contiene al menos 390 calorías/100 gramos, pero esta cifra puede bajar considerablemente si se preparan al horno, alcanzando las 180 calorías/100 gramos

Su preparación es sencilla: puedes cocer las papas con cáscara. Luego de que estén listas las pelas y las picas en rebanadas o en los palitos típicos de las papas fritas. Rocía aceite de oliva, sal (moderadamente) y puedes agregarle orégano. Las pones en el horno, las doras y ¡listo! Llegar y servir. 

Completos con mucho sabor

Sus ingredientes son básicos, por lo que se puede convertir fácilmente en una comida saludable. 

Reemplaza el pan blanco por pan integral, prefiere las vienesas de carne blanca o de soya y aumenta la cantidad de vegetales, como palta o tomate. Usa mayonesa vegetal y disminuye la porción de aderezos. 

Helados deliciosos y saludables

Así es, puedes agregar algo dulce a tu día sin consumir endulzantes artificiales. La stevia y la miel son recomendados para reemplazar el azúcar en comidas y bebidas. 

En esto se encuentra gran parte de la diferencia entre comida saludable vs. comida chatarra: el secreto para preparar un postre sin azúcar añadida es usar ingredientes con sabores naturalmente fuertes, como, por ejemplo, frutas tropicales.

Pizzas entretenidas y diferentes

Solo 200 gramos de una pizza de pepperoni tienen 620 calorías. La clave para disminuir esta composición calórica es utilizar ingredientes con menor grasa -salsa de tomate casera, carnes magras- y una masa integral.

Cuidado con las cantidades de queso, pero no tengas miedo de echarle todas las verduras (e incluso frutas) que encuentres necesario. 

¡Ya lo sabes! Puedes darle fin a la pelea milenaria entre los alimentos chatarra vs. comida sana, juntando lo mejor de los dos. Así, evitarás problemas en tu cuerpo y aumentarás tu bienestar físico y mental